"Bienvenidos a mi blog, que es el vuestro": "Guti".

jueves, 27 de septiembre de 2012


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-¿Quieres decir que hemos hallado parte de nuestro origen?.¿Qué nuestros antepasados huyeron de este hermoso Planeta, para hundir nuestra raza en la más lúgrube oscuridad?. ¿Sabes lo que estas insinuando Brek; ¿que nuestro Directorio ha estado engañando a nuestra raza, durante millones de yaks, "Años" en su beneficio?... ¿Qué sabiendo nuestro origen nos lo han ocultado?. Eso es muy grave Brek. Esta información ha quedado informatizada en las computadoras, al igual que las imágenes. Si logramos regresar a nuestro Planeta, nuestra vida valdrá menos que un tercio. "Moneda corriente en el Planeta Tirsos"

-Mira, aquí tiene la información de la computadora central. Sabes tan bien como yo, que no puede cometer errores.
 
-No puede ser cierto. Tu maquina han pasado los datos de lectura, y el coeficiente de los habitantes de este Planeta es bajísimo. ¿No es posible que estos seres sean hermanos nuestros?. A no ser, que procedan de otra raza menos evolucionada.
 
-También puede haber otra teoría. Pudo existir un cataclismo a nivel del Planeta, y como siempre, pudieron escapar una minoría. Por supuesto y como siempre, los científicos, los poderosos y los legisladores. El resto, pudo quedar abandonado en la catástrofe, y algunos llegar a supervivir. Es solo una teoría, pero puede ser valida. Estos seres llegaron al Punto Cero de su evolución natural, y solo sus genes fueron capaces de adaptarse a este Planeta, tras el posible cataclismo - Comentó lleno de tristeza Brek.
 
-Eso llenaría de vergüenza a nuestro Directorio. Envía de nuevo otra sonda a esos dos seres, y pide información de cómo se trasmiten entre ellos. Tenemos suficiente tiempo para aprender su vocabulario y sus formas de vida.-Demandó Zalkor a Brek.
El joven Brek, hizo las oportunas operaciones para enviar otra nueva sonda destinada al aprendizaje del vocablo de aquellas increíbles criaturas, casi iguales a ellos mismos. De no ser por la diferencia de altura y corpulencia, dirían que estaban en su Planeta.

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-¡Mira Elena!, otro bicho volador como el anterior. Este nos está observando como seres extraños.
-No seas flojo y camina. ¿Quién coño dictaminó que vosotros sois el sexo fuerte?.
-Es que la verdad sea dicha, hace tiempo que no practico ningún deporte, aparte del de la cama y el sofá.
-Siento vergüenza ajena, al tener que darte toda la razón del Mundo. No servís ni para tacos de escopetas de feria.

-Pues nos sigue observando ese aparatito de mierda Elena. ¿De donde habrá salido?.
-Seguramente de una nave extraterrestre, o de ese monumental meteorito.
-¡Por ahí no paso!. Tú y tus películas de terror y alienígenas. Oye Elenita; ¿no estas notando que conforme nos estamos acercando a ese meteoro o lo que sea, va aumentando el calor?.

-Es cierto Robert. Me gusta que comiences a dudar sobre si es un simple meteoro, o algo más. Ya estoy hasta el moño de que me critiques mis gustos sobre cosas raras.
 
Robert le dejó avanzar unos metros para regodearse con la figura de la joven Elena. No solo se fijó en su estrecho talle, sino también en su opulento y espléndido culo. Elena, a sus 20 años, su metro ochenta y unos pectorales de mareo, amén de unas largas piernas acordes con su estatura, estaba más buena que el pan en tiempo de hambre. Mientras admiraba el grácil andar de la joven, inconscientemente la comparó con su novia. Ella, tampoco estaba nada mal, pero nunca discutían. Tenían los mismos gustos en todos los campos, y a decir verdad;  era sosa. ¿Fuè por ese motivo por el cual comenzó el enredo de él y Elena?.  

Una era el día, y la otra la noche. Tampoco la joven Elena estaba muy conforme con sus relaciones. Su novio era un adicto a los gimnasios, un joven agradable de cara, pero terrorífico de cuerpo. Su musculatura se notaba aún con la vestimenta deportiva. Cualquier día se enteraba que él le colocaba el casco de vikingo con su novia, y sus dos metros de altura y sus 100 kilos de peso, podía convertirse en un peligro físico para él. 

¿Qué es lo que vio en él la buenísima de Elena?. Físicamente no estaba mal, pero su altura era una verdadera pena. Con un metro sesenta y cinco y una complexión más bien justita, no se iban a ninguna parte. Elenita, le gastaba la misma broma que su novia, la cual le rebasaba en más de 15 centímetros.
-A ti lo que té pasa, es de que tu aparato... No te ha dejado crecer.
 
-Bueno Robert; ahora me toca a mi. Admirar ese culito tan mono y bien hecho que tienes. A nosotras también nos gusta, ¿Qué te creías?.
- ¡Jóper con las tías!. Nos han igualado y superado.
-¿Qué dices; no te oigo?.
-Nada mujer,  nada.

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-Brek, será mejor que salga uno de nosotros a dialogar con ellos. Hablan una de las lenguas más primitivas de nuestro Planeta, y guardadas más celosamente por el Directorio. Cada vez estoy más convencido de nuestros lazos con esta raza. También se les tendrá que informar que no se acerquen mucho a la nave, hasta restablecer las fugas.
 
-De acuerdo Zalkor. Me llevaré la pistola paralizante por si tratan de cometer alguna tontería. No causa daño y evita que huyan. A posteriori les informaremos de ello.
-Ves con sumo cuidado. Aunque los veo muy primarios, no debemos fiarnos mucho. Hemos conocido muchas Leyendas de nuestros antepasados, que eran fieros y guerreros.
 
-No te preocupes Zalkor. Voy preparado para cualquier contingencia. Voy a colocarme el traje de supervivencia, no me fío de esta atmósfera tan mediocre...

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Fuè la joven Elena la que se adelantó a Robert, al borde del gran agujero, sin apenas guardar un mínimo cuidado.
-¡Ten mucho cuidado Elenita!. ¿Vete a saber si esos gases que desprende esa gran mole, pueden ser peligrosos?.
-A ti lo que té pasa es que eres un miedica de cojónes. Nunca se ha escrito nada de los cobardes.
-Tampoco han existido los valientes que lo han escrito. Pronosticó Robert, tras alcanzar a la joven.
La pareja se había acercado hasta el mismo borde del cráter producido por el gran impacto de aquel monumental meteorito.
 
-¡Robert!; eso no es un meteorito,  es una nave, y se está abriendo una abertura en la base.
-¡No grites tanto Cuyóns!, que estoy hecho polvo.  Pero no estoy ciego. Esto no me gusta nada, y lo mejor que podríamos hacer, es largarnos lo más aprisa posible de este sitio. No sabemos que clase de criaturas puede tripular esa horrenda maquina.
 
-Creo que tienes mucha razón Robert. Me cuesta decirlo, pero te la doy toda. No me gustaría ser el alimento de ningún animal, por muy inteligentes que sean.
Ambos jóvenes retrocedieron rápidamente del borde del gran cráter. La huida fuè espectacular y tan rápida como les llevaron sus piernas, pero no pudieron llegar a recorrer más de 200 metros. Un rayo venido de las alturas los paralizó. No sentían sus miembros, pero sus cerebros seguían coordinando ideas. Podían ver y oír, pero se encontraban paralizados sin poder moverse. 

Vieron acercarse a aquel monstruo de más de dos metros y medio, con un aspecto terrorífico. Cuando el ser se encontró a menos de 3 metros de ellos, el monstruo con aspecto humanoide, se deshizo de su espeluznante traje en menos de un segundo. Su apariencia cambió totalmente frente a los aterrorizados jóvenes. Aquel horrendo monstruo, se había convertido en un corto tiempo, en un agraciado humano de melena rubia y torso de atleta. Elena quedó gratamente sorprendida de la corpulencia de aquel ser, o mejor, de aquel gigante.
-No tengáis miedo. No hemos venido a haceros daño alguno. La Providencia ha querido por casualidad, que encontremos nuestras raíces como seres humanos. Nosotros somos vuestro futuro y vosotros nuestras raíces. Todavía estamos aprendiendo vuestra lengua, por lo que nos dirigimos a vosotros por simple telepatía. Ahora, os voy a dejar en libertad. Me gustaría mucho que no salieseis huyendo. Dentro de breve tiempo, estaremos en condiciones de hablar directamente con vosotros. Repito: Lo nuestro, ha sido un puro accidente, y al cual agradezco, por haber hallado el eslabón perdido de nuestra raza. Ahora vendrá mi compañero y jefe, y os pondrá al corriente de todo lo acontecido.
 
Robert, estaba boquiabierto por lo que sus ojos veían y sus oídos oían. Aquel gigantón de más de dos metros y medio, le serenaba el espíritu y sosegaba su Alma con aquel hablar tan dulce y lleno de matices. Mientras Elena pensaba otras cosas. Cosas de mujeres. Ya era libre, pero seguía en la misma posición admirando el cuerpazo de aquel gigante. La sonrisa de Brek, se distendió a la par que señalaba risueñamente a la hermosa joven. Tras varios minutos de contemplarse mutuamente, apareció en escena el compañero de Brek.
 
-Hola amigos. Perdonad nuestra intromisión, pero como os ha explicado mi compañero Brek, todo ha sido por culpa de nuestra nave. Seguíamos una ruta para encontrar un nuevo Mundo apto para nuestras gentes. El Destino nos ha sido favorable, y jamás hubiésemos creído poder encontrar nuestro antiguo Planeta y cuna de nuestra civilización. Somos hermanos y como tales nos comportaremos.
 
-¿Qué te parecen nuestros hermanitos Elena?
-Tengo la impresión de que se están burlando de nosotros. ¿Cómo creer que ellos son nuestro futuro y nosotros su pasado?.
-Porque si quisieran, nos aplastarían como simples cucarachas.-Vaticinó Robert.
-No tenéis que temer nada de nosotros. Nuestro Planeta es mucho más grande que el vuestro, aunque a decir verdad, este es mucho más bello. Nuestra estatura con referencia a la vuestra, se debe a la menor gravedad del nuestro al vuestro. De todas maneras en nuestro habitad, ya se superan los 3 metros y algunos más. Nuestra condición errática simplifica el crecer menos, ya que estamos viajando constantemente por el Espacio con resortes de gravedad máxima. 

Nuestra antigua raza, salió de este Planeta hace miles, tal vez un millón de años a la búsqueda de un Mundo mejor. Según dicen nuestros ancianos, tuvieron que huir después de una cruenta guerra civil entre hermanos. Según nos cuentan nosotros perdimos y fuimos desterrados. Algo tuvo que ocurrir, para que una parte de de nuestro Pueblo, perdiese su sabiduría y terminase convirtiéndose en simples ignorantes. Por lo visto la unión carnal entre ellos y los aborígenes les llevó a ello.
 
.-A eso si te puedo responder gigantón. El ser humano, es envidioso, codicioso, embustero, cínico, irresponsable, lujurioso, ladrón, embaucador y criminal en potencia. Y es capaz de matar a otro ser humano, solo por poseer lo que tiene. Y aún te podría decir más cosas negativas que no tienen nombre. Un ser humano es capaz de matar a su Madre y a sus hermanos por el cochino dinero, de una simple herencia. No siente respeto alguno por su entorno. Le importa un pimiento la Naturaleza. Está convirtiendo este Planeta en un cubo de basura. Está haciendo posible que los pocos animales que quedan desaparezcan. Han convertido los Océanos y mares, en puros detritus. Está destruyendo los bosques por pingües beneficios. Las Religiones nos maldicen, mientras que nos atropellan con sus duras criticas, mientras éllos viven tan ricamente. Los Políticos: Una raza aberrante, mafiosa y ladrona, cómplices de sus compinches más poderosos. 

Empresarios embaucadores, falsos y explotadores. Y por último, el vecino envidioso, el compañero de trabajo, el amigo que busca concubina con las mujeres de sus amigos, el maldito cien millones de veces, del Pederasta, del maricón vicioso y convertido en el "Ambiente". El cabrón consentido, el vago busca vidas, el chorizo medianero, los viciosos carnales, salidos de los Armarios, los “Otros”, que hacen más daño y no salen de el, los violadores de calle, los que violan las Leyes, las concubinas de los sacerdotes de Pueblos pequeños y grandes, los violadores de infantes y un largo etc. etc. 

Con el cual no acabaría nunca. Esto es lo que es el ser humano. Es más; los pocos honrados que quedan, son porque no han tenido su oportunidad. Supongo que si es cierto lo que contáis que vuestra raza proviene de la nuestra, no creo que halláis cambiado mucho en lo referente a la honestidad y a la honradez.
Zalkor y Brek se miraron a los ojos. Aquel pequeño diablo de hombrecillo, había agrietado su memoria, con respecto al engaño del Directorio. En su Planeta, las Leyes se establecían según la cuota de popularidad de sus ciudadanos. ¿Tendría razón aquel pequeño ser, de que los genes hereditarios no pueden engañar? Ellos se consideraban honrados, y hacían las cosas sin egoísmo personal alguno, pero siempre les quedaba la duda y la critica hacia el Directorio. 

Últimamente no estaban muy conformes con las decisiones del Directorio. Había alguna Ley que discriminaba a los ciudadanos más débiles, y fortalecían a los más poderosos. Ellos llevaban más de un Krik "50 años", navegando por el Espacio, pero recibían constante información de su Planeta. No todo iba tan bien como al principio, pero dentro de los limites, los ciudadanos vivían bien y en armonía. Los trabajos más ingratos, los realizaban las maquinas. El ocio abarcaba casi todo el Lux "Día", salvo para aquellos ciudadanos que salvaguardaban el Orden, que era escaso tiempo. 

Estos ordenadores de ciudades, se les compensaban con unos derechos superiores a los ciudadanos normales. Ambos jóvenes volvieron a la realidad. Aquel hombrecillo les había abierto los ojos de la corta diferencia que les diferenciaba de ellos, pese a su técnica. Salió de su momentánea abstracción dubitativa y se dirigió a su compañero.
 
-Me temo que tendremos que ocultar nuestra nave a los ojos indiscretos de estos seres. Según ellos, existe una ciudad muy cercana, y por lo tanto, no vamos a dejar que lo nuestro sea un posible trofeo de feria. Habrá que sacar nuestra nave de ese socavón, y trasladarla a otro sitio.
 
-Estoy de acuerdo contigo. Por la información que tengo, incluso tienen ejercito y sus lideres son extremadamente peligrosos. No me gustaría tener que neutralizar a todo género de seres que se acerque aquí Zalkor.
 
-Pues habrá que ponerse manos a la obra Brek.
-¿Qué hacemos mientras tanto con ellos?. No quisiera dañarlos, pero si lo dejamos en plena libertad, seguro que huyen y pueden dar la alarma Zalkor.
-Prepara tu pistola Brek. Los dejaremos semi.-inconscientes durante el tiempo que necesitemos...
-De acuerdo Zalkor.
 
El más joven de los extraterrestres llamado  Brek desenfundó su arma reglamentaria, y la apuntó hacia los dos jóvenes. Un corto relámpago de color verdoso, surgió del arma rodeando los cuerpos de Robert y Elena. Ambos jóvenes quedaron de pié en la misma posición.
Los gigantescos jóvenes se adentraron en la nave y se dispusieron a conectar los motores. A los pocos segundos, la gran nave se elevaba del gran socavón, aterrizando a unos cuantos cientos de metros del lugar en el cual se encontraba.
 
-Vamos a ocuparnos de nuestros hermanos. Brek, coloca el escudo de invisibilidad de la nave, y saca la Exglotier de la esclusa. Me temo que para salir de estos parajes, tendremos que usarla.
La Exglotier, era una especie de nave diseñada para casos de emergencia en el supuesto de accidente de la nave nodriza. Esta pequeña navecilla, portaba a bordo todos los elementos disuasorios, en los casos de ataques. Su diámetro, superaban los 100 metros, y estaba diseñada para cualquier evento en Planetas extraños. La nave nodriza, portaba en su bodega a 10 de estas navecillas auxiliares, y por supuesto de ataque.
-Bien... ¿Cuál es nuestro próximo paso Zalkor?.
 
-Invitar a nuestros jóvenes hermanos a subir a la nave, y hacer una incursión por este precioso Planeta.
Brek desplazó la nave hasta el sitio ocupado por Robert y Elena. Un gran rayo succionador atrapó a la pareja, elevándola hasta el interior de la nave. Los jóvenes, comenzaban a salir de su modorra, y ya estaban reaccionando dentro de sus pobres fuerzas.
 
-¿Qué ha pasado Elenita?. Me encuentro como si hubiésemos estado trabajando a pico y pala todo el día.
-Al igual que yo. Solo recuerdo el encuentro de esos dos seres y poco menos.
-¿Estas bien, te duele algo?.
amigas, que màs de una habían tenido contactos con algún familiar, pero ninguna me había advertido de lo doloroso del encuentro. Unas, habían sido poseídas con 7, 8 y 9 años, pero ninguna con mi edad. De todas formas, y quitando el dolor que sentí tras la penetración, tengo que decir que me gustó sentir él liquido ardiente dentro de mi ser.

Cuando el lunes siguiente vino mi Madre, me presenté ante ella con un tono jovial y dicharachero. Solo me quedaba el agridulce encuentro de mi Padrastro en mi habitación. El pobre, algo intuía y me regalaba con sus mejores sonrisas el posible dolor causado en sus devaneos con el alcohol. Tras mi silencio, mi Padrastro intuyó que no todo había sido catastrófico, pese a su violencia. Tuve visitas periódicas, cada vez que mi Madre tenia que ausentarse por algún motivo. Cuando cumplí los 15 años, tuve un sobresalto, porque la regla no me venia. Mi Madre lo notó, y me llevó al especialista, omitiendo a su marido aquel desorden en mi cuerpo. 

¿Sospechaba algo?. Nunca me lo dijo, pero una mujer casada se convierte en el mejor detective del Mundo. ¿Sentía amor hacia aquel hombre que me había violado a los 12 años?. Solo sentía cariño y una cierta preocupación por él. Menos mal que el especialista tras hacerme una exhausta revisión, me pronosticó que mi Madre vigilase màs a mis amistades masculinas.

- Señora: De cada 100 jovencitas, 95 vienen con desarreglos vaginales y con aperturas del Himen. Quiere esto decir, que a su hija le tendremos que dar  mucho hierro. Por lo general todo está bien.
Esto tranquilizó bastante a mi Madre, y por consiguiente, restableció la confianza con mi Padrastro. A los 2 años, mi Madre conoció a un importante señor, con una importante fortuna. Se enamoraron y despacharon a mi Padrastro. Para mí, no cambió nada. 
 
A escasos meses de convivencia con este señor, mi Madre tuvo que trasladarse con suma urgencia a casa de mi abuela materna. Los médicos le pronosticaron cáncer de estómago muy avanzado. Mi madre no quiso que le acompañase, por no crearme problemas, ya que yo quería mucho a mi abuela. Su ausencia duró casi un mes, tiempo más que suficiente para que mi nuevo padrastro tratase de conquistar mi cuerpo. No omito, que esta nueva pareja de mi madre, me atendió desde el principio como a una princesa, dándome todos los caprichos que se podían obtener con dinero. 

No lo pude repudiar, cuando a la tercera noche de ausencia de mi madre, penetró en mi habitación. Mucho más joven que mi anterior padrastro, y con mucha más experiencia, me cautivó en la cama. A mis 18 años, no había conocido el amor, pero si conocí con aquel hombre el quedar extenuada de placer. Noche tras noche, mi cuerpo respiraba una felicidad animal tan grande, que me dolía el Alma. 

Aquel extraño en mi vida, se había convertido en el Príncipe azul de mis sueños. Habían pasado 20 días, cuando me llamó mi Madre. Con sollozos y frases entrecortadas, me enteré que mi abuela había muerto. Me dio ánimos, cuando ella apenas los tenia. Me prohibió él desplazarme hasta la localidad de mi abuela, para asistir a su entierro. Creía que seria muy doloroso para mí. Quería muchísimo a mi Madre, pero en aquel momento, deseé que mi abuela fuese acompañada en el féretro con mi Madre. 

Jamás había sentido tal torrente de odio hacia la que me dio la vida. Tras varios segundos, olvidé tal fijación mortal. ¿Eran celos?. ¿Era el odio que engendra él tener que compartir a un mismo hombre?. Tendría que tener mucho cuidado de ahora en adelante. Tal vez, me fuese de casa y olvidar al segundo hombre de mi vida. Aquel día, vi a mi padrastro un poco raro. Me comunicó que el día, no le había ido del todo bien en su Empresa y que le dolía el pecho. Ni el ni yo, le dimos más importancia. Aquella noche hice el amor con él, con mucha más rabia, con mucha màs entrega por mi parte y con mucho màs cariño que otras noches. 

Al día siguiente, me desperté con gran humor. Me explayé en la cama y decidí que no era momento para seguir descansando. Mi padrastro, casi siempre abandonaba mi lecho de madrugada y se dirigía a su habitación para completar su descanso. Miré el reloj de mi mesita de noche. Las 10 de la mañana. Me levanté y me dispuse para el baño matinal. Mi padrastro seguramente que ya llevaba màs de 2 horas trabajando en su oficina. A sus 50 años bien llevados, era la envidia de media Empresa, por su porte señorial, su buena educación y su alegría externa, la cual le supuraba todos sus poros. Fuè al pasar por su habitación medio adormilada, cuando le vi todo lo largo, tirado en el centro de su dormitorio. De momento, no pude asimilar lo que veían mis ojos. Me acerqué a su cuerpo, el cual se encontraba boca abajo. 

Como pude, logré darle la vuelta y vi toda su cara llena de espumarajos y sus ojos casi salidos de sus orbitas. De mi garganta surgió un espeluznante grito y acto seguido me desmayé. Cuando desperté, no supe el tiempo que estuve sin conocimiento. Allí a mi lado, seguía mi padrastro muerto y frió como un carámbano en pleno Invierno. Me repuse como pude y restablecí la vertical. Lo primero que tenia que hacer, era llamar a una ambulancia, a un doctor, a mi Madre, al servicio. A todo el mundo. Las escenas de dolor, se repetían a cada instante. Mi Madre sollozaba en silencio en un rincón de la habitación del Tanatorio, sin llegar a comprender y preguntarse... ¿El porqué le había ocurrido a ella?. Desde que conoció a su pareja Antonio, todo su hogar resumaba orden, tranquilidad y felicidad. Incluso su hija parecía estar contenta.

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Habían pasado varios meses de la desgraciada muerte de Antonio, la pareja de mi Madre y de mi Príncipe azul, cuando por mi casa comenzó a pulular un sujeto mucho màs joven que mi progenitora. Se llamaba Eduardo y desde el primer día me cayó mal. Cada vez que nos visitaba, yo procuraba salir de casa con cualquier pretexto. Tengo que decir que, tenia buenos modales y una educación intachable, pero algo vi en el que no me gustaba. Mi Madre enloquecía cada vez que nos visitaba, sus ojos delataban deseo. Un deseo irrefrenable y oscuro a la vez. Comprendí que mi Madre era incapaz de estar sola con sus recuerdos, y que estaba necesitada de amor y caricias. 

A sus 38 años, se conservaba como una de 30 años. Dada mi antipatía por aquel bribón, decidí alquilar un apartamento y dejarlos tranquilos. El fallecido Antonio, había fijado en su testamento una suculenta cantidad de dinero exclusivamente para mí, cosa que nunca pudo entender mi Madre. Tras la venta de las acciones de la Empresa de Antonio, tampoco quedaba mal parada mi Madre. El resto de la fortuna de Antonio, fue a caer en manos de tres hijos tenidos en su anterior matrimonio. Yo lo vi justo, pero mi progenitora profería a diario lamentos de injusticia para con ella. Cuando tuve amueblado mi apartamento y listo para vivir en él, se lo comuniqué a mi Madre.
-¡Ya lo sabia!. ¡Sabia que me ibas a abandonar!. ¡Eres una mala hija y una desagradecida!. ¡Gracias a mí, te dejó ese dinero maldito!.

No la dejé terminar. Cogí mis maletas y sin dirigirle una sola mirada, me encaminé a la puerta, en donde me esperaba un taxi, llamado por mí, momentos antes. No quise gritarle su mal hacer y su inconsciencia, con un joven que le llevaba màs de 20 años. La dejé despotricando en la puerta de la casa, haciendo caso omiso a las previsiones de mi futuro. Aquella casa también me pertenecía. Antonio previendo el carácter casquivano de mi Madre y temiendo mi futuro, así lo puso en su testamento.

El apartamento lo había comprado. La compra, había sido una inversión a largo plazo, y aunque Antonio, me habia dejado una cantidad de dinero suficiente para vivir holgadamente, no estaban los tiempos para despilfarros. Tras un reciclaje de mis estudios, pude encontrar trabajo en una gran Empresa asesora. Mi vida era la normal en una joven de 21 años. Trabajaba como secretaria con un señor muy mayor, pero muy educado. 

En mi rutina semanal, sé incluia dos visitas por semana a un gimnasio. Allí conocí a mi novio Albert, profesor del Centro. Un joven muy agradable, simpático, muy buena persona y guapo a rabiar. Sus dos metros, su bien cuidado cuerpo y su espectacular musculatura, movían pura envidia entre sus alumnas. Mas de una por la calle, se giraba para contemplar a mi novio, y tal vez,  su trasero. Un 28 de Julio, pocos días antes de que yo comenzase mis vacaciones, ocurrió algo terrible. Mi anciano jefe sufrió un infarto de miocardio, capaz de matar a un caballo. Vino una ambulancia y se lo llevó al Hospital. Menos mal que todo acabó aquí. 

Me comunicaron de Dirección, que a partir del lunes siguiente tendría otro jefe. En resumen; que mis apetecidas vacaciones se habían ido al garete. Tendría que poner al corriente a otro zángano vejestorio de todo el trabajo del antecesor. Algo se rumoreaba de que el puesto seria ocupado por un familiar del Director General. Ya que me habían fastidiado mis vacaciones y las de mi novio, me lo tomé relajadamente. A decir verdad, tampoco me seducía el ir de vacaciones con mi novio, y menos sabiendo lo que teníamos que hacer hora tras hora. Las comidas, eran otra cosa. Frutas, hortalizas, fibras y hierbas de todos los colores. En el fondo me alegraba de la incapacitación de mi antiguo
jefe. Al lunes siguiente, pude oír un murmullo de voces femeninas coreando con sonrisas y saludos a mi nuevo jefe. Salí de mi despacho por puro cotilleo. Allí me lo encontré frente a mí, mirándome, analizándome, escrutándome y violentándome.
 
-Hola; me llaman Robert, y tu supongo que eres Elena, mi nueva secretaria. Siento lo de tus vacaciones, pero trataré de que mi perdida de tiempo, sea el mínimo. Me gusta entrar en mi trabajo con buen pié, pero esta vez lo he trabado de una pieza.
Así fue como comenzó mi relación laboral con mi nuevo jefe. La romántica sé iniciò a los pocos dias. Me olvidé de mis vacaciones, de mis problemas e incluso de mi novio, el cual se quejaba del abandono por parte mía. Mi jefe, valía aquel sacrificio, y mucho màs. Había sabido por las lenguas viperinas de mis compañeras, que Robert tenia ocupado su corazón con una bella joven de linaje aristocrático venido a menos, pero sus manos, sus caricias, sus besos y sus momentos màs íntimos, los disfrutaba yo. 

Su relación con su novia, era un simple tramite de apergaminados y viejos amantes. ¡Eso sí!; él me respetaba mi vida, y yo la suya.
-¿Qué te parece la vida de esta hermana nuestra Zalkor?.
-Me parece muy interesante Brek. Nuestra hermana, le da cien vueltas al macho. Sabe lo que quiere, ha tenido unas experiencias brutales, y encima no le ha creado trauma alguno. Pienso que tendremos màs de una sorpresa con esta raza amigo Brek.
-No olvides que son herederos de nuestros antepasados Zalkor.
-No lo olvido Brek... No lo olvido.

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.- Coloca el escudo de invisibilidad de la nave Brek. No quisiera que nos atacasen esos pequeños engendros con alas.
-Conectado el escudo Zalkor. El ordenador central, esta recogiendo información de todo este Planeta. Estos seres, se encuentran màs adelantados técnicamente de lo que suponíamos al principio, aunque viven en el umbral de las miserias unos, y tan ricamente otros. Tres partes de este Planeta pasan hambre y privaciones, y al resto,  le sobra y la tiran. ¿No lo entiendo Zalkor?.
 
-Es tan simple como lo que ocurre en nuestro Planeta Brek. ¿Quién tiene todos los honores?, el Directorio. ¿Quiénes hacen lo que les da la gana con la Leyes?; Los Consejeros. Si vamos a analizar, poca diferencia existe entre esta raza y la nuestra. Al fin y al cabo, nosotros somos los herederos de esta raza.
-Algo tendríamos que hacer con respecto a estas escandalosas desigualdades. En nuestro Planeta, vive con màs decoro el animal màs indecente... Que estos seres.
-Ya sabes que tenemos prohibido inmiscuirnos con razas extrañas Brek. No podemos cambiar la naturaleza de sus leyes y costumbres.
 
-No estoy hablando de razas extrañas, estamos hablando de nuestros ancestros, de nuestros antepasados... De nuestros hermanos. No me iría tranquilo de este Planeta, dejando a su libre albedrío a gentes como nuestro propio Directorio Zalkor. Estas gentes, se merecen un futuro mejor. Libres para decidir su futuro y poder desterrar a esos Lideres mediáticos de mierda.
 
-Estas asimilando muy rápidamente las fobias de nuestros antepasados Brek. Supongo que yo también lo hago. Estas historias tan ruines de nuestros dos hermanos, acaban por abrirte los ojos. Nosotros hemos viajado por multitud de Planetas y nunca sus habitantes han reaccionado como lo hacen estos seres. Supongo, que son idénticos a nosotros.
 
-Sé que no tendríamos que anteponernos en su natural evolución, pero un poquitin de ayuda no les iría mal. Tenemos una hermosa pareja de nuestros hermanos... ¿Quién nos tiene que decir lo que podemos hacer por ellos?. Podríamos hacerlos evolucionar tanto como quisiéramos, y hacerlos casi perfectos a nosotros mismos Zalkor...
 
-Piensa lo peligroso que seria lo que sugiere Brek. Haríamos de esta pareja lo màs parecido a dos Dioses. La tecnología de este Planeta, no alcanza ni el 0,1 de la nuestra, en un baremo del 1 al 100. Creo excesiva tu petición. Además, piensa que con el tiempo, habríamos fabricado un nuevo Directorio en este Planeta...
-Podríamos injertarles en el cerebro, un chip para no poder hacer cosas que vallan contra su raza. Así tendríamos la conciencia màs tranquila. Cada vez que tratasen de hacer algo deshonroso, podrían recibir una descarga en el cerebro, desautorizando la orden. ¿Qué te parece Zalkor?...
 - Podría ser una salida Brek. Quieran los Dioses que no nos equivoquemos con nuestros hermanos.

                                                         ***********

-Cuando quieras Zalkor, todo esta funcionando de maravilla.
-Perfecto Brek. Estoy impaciente por conocer màs detalladamente este bellísimo Mundo. Estos seres lo llaman Planeta Tierra, pero màs de tres cuartas partes, es agua. ¿Se encuentran dispuestas las telecámaras?.
-Telecàmaras y sondas, dispuestas Zalkor. La computadora central, recogiendo datos.
-¿Cómo se encuentran nuestros hermanos terrícolas Brek?.
 
-Con el chip incorporado en sus cerebros, están aprendiendo nuestro idioma, nuestras costumbres y visitando ex-corpórea nuestro Mundo. He acelerado el aprendizaje al máximo, y nuestros poderes se van incrementando en sus cuerpos y en sus mentes. No será fácil él hacerlos evolucionar, pero con un tiempo prudencial lo conseguiremos Zalkor.
 
-Esperemos no haber cometido una locura con esta pareja Brek. No quisiera haber fabricado dos monstruos, por haber querido ayudar a esta raza.
 
-Yo también lo espero Zalkor. Cuando salgan de las cápsulas regeneradoras y educativas, tendrán un coeficiente muy parecido al nuestro, pero con ideas algo diferentes. No quisiera caer de nuevo con nuestras Instituciones, y menos crear un nuevo Directorio en este Planeta. Esta raza y sus costumbres, nos han abierto los ojos, de las injusticias del nuestro. Cuando regresemos a nuestro Planeta, toda nuestra raza será informada de las anomalías del Directorio con respecto a las Leyes.
-Haces bien Brek. Las leyes funcionan cuando es igual para todos, y no para unos pocos...

                                                    ***********

Mientras tanto Robert y Elena, contemplaban los gigantescos edificios transparentes como el cristal, los cuales despedían tonalidades ora color oro, ora color plata. Aquel Mundo se encontraba iluminado por dos soles. La temperatura ambiente, apenas superaban los 25º grados. El aire era limpio y perfumado. La duración de la luz del día era de 22 horas, dada la rotación y los soles superpuestos a cada lado. Hyti era mucho mayor en densidad que la Tierra y mucho màs voluminoso. Todo presagiaba perfección. Todo estaba organizado. Los portes de las gentes eran majestuosos. Todo irradiaba pulcritud, organización y bienestar. Algo que vio en un reducido número de habitantes, no le gustó mucho.
 
-¿Qué te parece Elenita?. Están muy adelantados, yo diría que son como Dioses y que yo me encuentro soñando. Pero me parece estar en un ayuntamiento importante de la Tierra.
-Eso mismo estoy pensando yo. ¿Porqué esa minoría tiene màs derechos que el resto?.
Los dos jóvenes, perdieron la noción del tiempo y de las cosas, pero sus cerebros seguían educándose y asimilando la técnica de miles y miles de años de evolución de aquella raza.
 
-Brek, este Planeta es maravilloso. Yo diría que es mucho màs completo que el nuestro.
-Yo los veo muy belicistas. Tienen ejércitos organizados, sociedades dictatoriales y Lideres fuera de contexto. No tienen dialogo con los Pueblos, solo actúan con la fuerza de sus primarias armas. Nosotros, con solo esta nave, podríamos rectificar toda la pobre política de este Planeta, pero eso, seria por la fuerza, y eso no es justo ni bueno Zalkor. 
-Algo tendremos que hacer amigo Brek. Puede que no nos quede mucho tiempo en este Planeta, sin tener que dar cuentas al Directorio. Nuestras investigaciones, tienen que llegar a nuestros
 -¡Robert!...Robert!, vigila a los niños, no quiero que hagan un estropicio con los mandos.
-Tranquila Elenita. Sus coeficientes superan los nuestros, y solo siguen nuestras reglas de juego.
-No me fío mucho. Aún son muy pequeños y pueden hacer alguna tontería.
-Ellos son nuestros herederos naturales. Ellos quedaran para distribuir justicia en este Planeta y aquel viejo lema francés de “Libertad, Fraternidad e Igualdad”.

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