"Bienvenidos a mi blog, que es el vuestro": "Guti".

jueves, 27 de septiembre de 2012

-No tengáis miedo. No hemos venido a haceros daño alguno. La Providencia ha querido por casualidad, que encontremos nuestras raíces como seres humanos. Nosotros somos vuestro futuro y vosotros nuestras raíces. Todavía estamos aprendiendo vuestra lengua, por lo que nos dirigimos a vosotros por simple telepatía. Ahora, os voy a dejar en libertad. Me gustaría mucho que no salieseis huyendo. Dentro de breve tiempo, estaremos en condiciones de hablar directamente con vosotros. Repito: Lo nuestro, ha sido un puro accidente, y al cual agradezco, por haber hallado el eslabón perdido de nuestra raza. Ahora vendrá mi compañero y jefe, y os pondrá al corriente de todo lo acontecido.
 
Robert, estaba boquiabierto por lo que sus ojos veían y sus oídos oían. Aquel gigantón de más de dos metros y medio, le serenaba el espíritu y sosegaba su Alma con aquel hablar tan dulce y lleno de matices. Mientras Elena pensaba otras cosas. Cosas de mujeres. Ya era libre, pero seguía en la misma posición admirando el cuerpazo de aquel gigante. La sonrisa de Brek, se distendió a la par que señalaba risueñamente a la hermosa joven. Tras varios minutos de contemplarse mutuamente, apareció en escena el compañero de Brek.
 
-Hola amigos. Perdonad nuestra intromisión, pero como os ha explicado mi compañero Brek, todo ha sido por culpa de nuestra nave. Seguíamos una ruta para encontrar un nuevo Mundo apto para nuestras gentes. El Destino nos ha sido favorable, y jamás hubiésemos creído poder encontrar nuestro antiguo Planeta y cuna de nuestra civilización. Somos hermanos y como tales nos comportaremos.
 
-¿Qué te parecen nuestros hermanitos Elena?
-Tengo la impresión de que se están burlando de nosotros. ¿Cómo creer que ellos son nuestro futuro y nosotros su pasado?.
-Porque si quisieran, nos aplastarían como simples cucarachas.-Vaticinó Robert.
-No tenéis que temer nada de nosotros. Nuestro Planeta es mucho más grande que el vuestro, aunque a decir verdad, este es mucho más bello. Nuestra estatura con referencia a la vuestra, se debe a la menor gravedad del nuestro al vuestro. De todas maneras en nuestro habitad, ya se superan los 3 metros y algunos más. Nuestra condición errática simplifica el crecer menos, ya que estamos viajando constantemente por el Espacio con resortes de gravedad máxima. 

Nuestra antigua raza, salió de este Planeta hace miles, tal vez un millón de años a la búsqueda de un Mundo mejor. Según dicen nuestros ancianos, tuvieron que huir después de una cruenta guerra civil entre hermanos. Según nos cuentan nosotros perdimos y fuimos desterrados. Algo tuvo que ocurrir, para que una parte de de nuestro Pueblo, perdiese su sabiduría y terminase convirtiéndose en simples ignorantes. Por lo visto la unión carnal entre ellos y los aborígenes les llevó a ello.
 
.-A eso si te puedo responder gigantón. El ser humano, es envidioso, codicioso, embustero, cínico, irresponsable, lujurioso, ladrón, embaucador y criminal en potencia. Y es capaz de matar a otro ser humano, solo por poseer lo que tiene. Y aún te podría decir más cosas negativas que no tienen nombre. Un ser humano es capaz de matar a su Madre y a sus hermanos por el cochino dinero, de una simple herencia. No siente respeto alguno por su entorno. Le importa un pimiento la Naturaleza. Está convirtiendo este Planeta en un cubo de basura. Está haciendo posible que los pocos animales que quedan desaparezcan. Han convertido los Océanos y mares, en puros detritus. Está destruyendo los bosques por pingües beneficios. Las Religiones nos maldicen, mientras que nos atropellan con sus duras criticas, mientras éllos viven tan ricamente. Los Políticos: Una raza aberrante, mafiosa y ladrona, cómplices de sus compinches más poderosos. 

Empresarios embaucadores, falsos y explotadores. Y por último, el vecino envidioso, el compañero de trabajo, el amigo que busca concubina con las mujeres de sus amigos, el maldito cien millones de veces, del Pederasta, del maricón vicioso y convertido en el "Ambiente". El cabrón consentido, el vago busca vidas, el chorizo medianero, los viciosos carnales, salidos de los Armarios, los “Otros”, que hacen más daño y no salen de el, los violadores de calle, los que violan las Leyes, las concubinas de los sacerdotes de Pueblos pequeños y grandes, los violadores de infantes y un largo etc. etc. 

Con el cual no acabaría nunca. Esto es lo que es el ser humano. Es más; los pocos honrados que quedan, son porque no han tenido su oportunidad. Supongo que si es cierto lo que contáis que vuestra raza proviene de la nuestra, no creo que halláis cambiado mucho en lo referente a la honestidad y a la honradez.
Zalkor y Brek se miraron a los ojos. Aquel pequeño diablo de hombrecillo, había agrietado su memoria, con respecto al engaño del Directorio. En su Planeta, las Leyes se establecían según la cuota de popularidad de sus ciudadanos. ¿Tendría razón aquel pequeño ser, de que los genes hereditarios no pueden engañar? Ellos se consideraban honrados, y hacían las cosas sin egoísmo personal alguno, pero siempre les quedaba la duda y la critica hacia el Directorio. 

Últimamente no estaban muy conformes con las decisiones del Directorio. Había alguna Ley que discriminaba a los ciudadanos más débiles, y fortalecían a los más poderosos. Ellos llevaban más de un Krik "50 años", navegando por el Espacio, pero recibían constante información de su Planeta. No todo iba tan bien como al principio, pero dentro de los limites, los ciudadanos vivían bien y en armonía. Los trabajos más ingratos, los realizaban las maquinas. El ocio abarcaba casi todo el Lux "Día", salvo para aquellos ciudadanos que salvaguardaban el Orden, que era escaso tiempo. 

Estos ordenadores de ciudades, se les compensaban con unos derechos superiores a los ciudadanos normales. Ambos jóvenes volvieron a la realidad. Aquel hombrecillo les había abierto los ojos de la corta diferencia que les diferenciaba de ellos, pese a su técnica. Salió de su momentánea abstracción dubitativa y se dirigió a su compañero.
 
-Me temo que tendremos que ocultar nuestra nave a los ojos indiscretos de estos seres. Según ellos, existe una ciudad muy cercana, y por lo tanto, no vamos a dejar que lo nuestro sea un posible trofeo de feria. Habrá que sacar nuestra nave de ese socavón, y trasladarla a otro sitio.
 
-Estoy de acuerdo contigo. Por la información que tengo, incluso tienen ejercito y sus lideres son extremadamente peligrosos. No me gustaría tener que neutralizar a todo género de seres que se acerque aquí Zalkor.
 
-Pues habrá que ponerse manos a la obra Brek.
-¿Qué hacemos mientras tanto con ellos?. No quisiera dañarlos, pero si lo dejamos en plena libertad, seguro que huyen y pueden dar la alarma Zalkor.
-Prepara tu pistola Brek. Los dejaremos semi.-inconscientes durante el tiempo que necesitemos...
-De acuerdo Zalkor.
 
El más joven de los extraterrestres llamado  Brek desenfundó su arma reglamentaria, y la apuntó hacia los dos jóvenes. Un corto relámpago de color verdoso, surgió del arma rodeando los cuerpos de Robert y Elena. Ambos jóvenes quedaron de pié en la misma posición.
Los gigantescos jóvenes se adentraron en la nave y se dispusieron a conectar los motores. A los pocos segundos, la gran nave se elevaba del gran socavón, aterrizando a unos cuantos cientos de metros del lugar en el cual se encontraba.
 
-Vamos a ocuparnos de nuestros hermanos. Brek, coloca el escudo de invisibilidad de la nave, y saca la Exglotier de la esclusa. Me temo que para salir de estos parajes, tendremos que usarla.
La Exglotier, era una especie de nave diseñada para casos de emergencia en el supuesto de accidente de la nave nodriza. Esta pequeña navecilla, portaba a bordo todos los elementos disuasorios, en los casos de ataques. Su diámetro, superaban los 100 metros, y estaba diseñada para cualquier evento en Planetas extraños. La nave nodriza, portaba en su bodega a 10 de estas navecillas auxiliares, y por supuesto de ataque.
-Bien... ¿Cuál es nuestro próximo paso Zalkor?.
 
-Invitar a nuestros jóvenes hermanos a subir a la nave, y hacer una incursión por este precioso Planeta.
Brek desplazó la nave hasta el sitio ocupado por Robert y Elena. Un gran rayo succionador atrapó a la pareja, elevándola hasta el interior de la nave. Los jóvenes, comenzaban a salir de su modorra, y ya estaban reaccionando dentro de sus pobres fuerzas.
 
-¿Qué ha pasado Elenita?. Me encuentro como si hubiésemos estado trabajando a pico y pala todo el día.
-Al igual que yo. Solo recuerdo el encuentro de esos dos seres y poco menos.
-¿Estas bien, te duele algo?.

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